Para la mayoría de los psicólogos que se dedican a la práctica clínica es evidente que cualquier terapia que pretenda ser eficaz debe diseñarse, necesariamente, a medida para cada persona. De hecho, múltiples investigaciones han mostrado que esto es así. Sin embargo, es frecuente confiar en nuestra propia capacidad subjetiva para adaptar nuestras intervenciones a cada individuo y no utilizar instrumentos que nos permitan comprobar que vamos en la buena dirección. Esto es problemático, ya que existen estudios que indican que no siempre somos tan precisos como creemos ser, lo que nos puede llevar a más de un fracaso terapéutico, cosa más frecuente de lo que parece: alrededor del 20% de las personas “abandonan” el tratamiento y hasta un 10% incluso empeora.
En este curso se van a mostrar dos prácticas clínicas complementarias que nos ayudan a detectar a tiempo problemas en el progreso de la terapia (casos en riesgo de fracaso), aprender a resolverlos y garantizar que incluimos las preferencias y características únicas de cada persona en el plan de tratamiento, con el mayor rigor posible. Nos valdremos, principalmente, del uso de dos instrumentos estandarizados: el sistema PCOMS, para la obtención y uso de feedback; y el Inventario de Preferencias C-NIP.
De una manera práctica, y con el uso de ejemplos clínicos reales, se enseñará cómo emplear estos instrumentos, paso a paso, con recomendaciones basadas en la evidencia, haciendo referencia a los estudios que las apoyan y proponiendo algunos ejercicios que permitan a los participantes afianzar los conocimientos expuestos y mejorar su competencia profesional.